Con una sencilla ceremonia encabezada por el Intendente Ewaldo Rindfleisch se habilitó en la mañana de ayer la nueva estación de colectivos de la capital del monte Con la habilitación del moderno edificio, quedó en desuso “la parada” de Barreyro y José Ingenieros que durante varias décadas fue el epicentro del movimiento de micros de corta, media y larga distancia que llegaban y salían de la ciudad.
Acompañaron al arquitecto Rindfleisch, algunos concejales, los secretarios del departamento Ejecutivo, representantes de instituciones, ocasionales viajeros, y como invitado especial, el licenciado Mario Luciano Bárbaro, en cuya intendencia (en el año 1985, cuando Tito era director de Obras Privadas) se proyectó la construcción de la nueva terminal.
En su breve discurso el Intendente reconoció que aún faltan detalles para lograr un funcionamiento óptimo y, además de pedir paciencia a los usuarios, se comprometió en seguir trabajando para el mejoramiento pleno.
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